Qué es el AdBlue® y para que sirve
La implementación de Euro 7, la normativa de emisiones para la homologación de coches señala lo que sería el fin de los motores de combustión. Esto se implementará para el año 2025. Y aunque todavía falta tiempo para ello, es necesario garantizar que los motores actuales sean lo menos contaminantes posible. Es ahí donde entra el AdBlue®.
La mayoría de los vehículos diésel ya utilizan la tecnología AdBlue®, un aditivo que sirve para disminuir drásticamente la contaminación. Los dispositivos de reducción catalítica selectiva o AdBlue®, están presentes en cada vez más vehículos. Desde aquellos de turismo hasta comerciales y de transporte, aquellos que suelen o solían contaminar más.
¿Qué es el AdBlue® y para qué sirve?
El AdBlue® es el nombre de la marca comercial registrada que se refiere a un aditivo derivado del producto de la urea AUS32 (lubricante de motores diésel o a base de gasoil). Este producto consta de una mezcla que contiene una disolución de urea al 32,5 % y agua desmineralizada. Se utiliza en vehículos que funcionan con motor diésel mediante una inyección que mezcla este compuesto con los gases contaminantes. A este proceso se le llama reducción catalítica selectiva o RCS. Su finalidad es reducir las emisiones que provienen del proceso de combustión del motor hacia el ambiente.
Dentro de las emisiones a reducir, están el óxido de nitrógeno, NOx, relacionado con la combustión del gasóleo, y los benzopirenos. Estos últimos se encuentran en la ceniza generada por la combustión del diésel. Pero además son terriblemente dañinos para la salud humana, afectando al sistema respiratorio e incluso son cancerígenos. El AdBlue® no es tóxico, ni inflamable, es transparente y no tiene olor. Esto es fundamental en la reducción de las emisiones de CO2, y el consecuente calentamiento global y el efecto invernadero.
¿Dónde se inyecta el Adblue®?
El AdBlue® va inyectado en el catalizador del sistema de reducción catalítica selectiva o SCR. Es aquí donde ocurre una reacción química que ocasiona la reducción de las emisiones NOx que irían del escape del vehículo a la atmósfera. En otras palabras, actúa en el tubo de escape: los gases reaccionan químicamente y se convierten en otros menos nocivos.
¿Qué es la reducción catalítica selectiva (RCS) y su relación con el AdBlue®?
El uso del AdBlue® resguarda al medio ambiente al disminuir la generación de productos contaminantes gracias a la RCS. Mediante este proceso se regula la producción de NOx para transformarlo en nitrógeno molecular (N2) y agua (H2O), que son sustancias inocuas. Para ello se utiliza un catalizador y amoníaco como agente reductor que reaccione con ese gas:
– La RCS se realiza en conjunto con un catalizador de oxidación tradicional y un filtro. El catalizador transforma los hidrocarburos sin quemar y el CO en CO2 y agua. Cuando salen del catalizador, pasan por el filtro que retiene las partículas de carbono que serán eliminadas. Cuando el filtro está lleno, ocurre su incineración. Aquí interviene la RCS en los residuos de gases del primer proceso para eliminar el NOx.
– En este momento, entra en acción el AdBlue®, que suelta el amoniaco para facilitar la reacción en el catalizador. Convierte los óxidos de nitrógeno en agua y nitrógeno molecular.
¿Qué pasa si se acaba el AdBlue®?
En teoría, esto no debería de ocurrir ya que el coche cuenta con un sistema que avisa cuando el AdBlue® está llegando a su final. Y lo hace de manera muy anticipada (2.000 km antes) y continua, así que quedarse sin AdBlue® es una situación que muy raramente se dará. Ahora bien, si lo dejamos pasar y se agota, como el vehículo ha sido diseñado para cumplir con la Euro 6, el sistema SCR ya no funcionará y por ende, va a limitar el rendimiento del motor.
A continuación, entrará en modo “a prueba de fallos”, no podrás acelerar como siempre y se estresará el motor. Quizá no se dañe, pero puede ocurrir que no vuelva a arrancar hasta que nuevamente repostes el AdBlue®.
¿Cuándo hay que repostar Adblue® al vehículo?
Como ya hemos mencionado, para evitar problemas mayores el sistema del coche te avisará cuando sea necesario repostar AdBlue®. Pero además, hay fabricantes que sincronizan, por así decirlo, la revisión con la adición de este aditivo. En términos generales, el depósito suele durar entre unos 5.000 y 9.000 km, según el uso que des a tu vehículo. Así que cuando sea el momento, puedes repostar tú mismo AdBlue®, es muy fácil y solo tienes que vaciar los restos del depósito y rellenarlo de nuevo.
Datos interesantes del AdBlue®
- Contiene urea al 32,5 % y agua desmineralizada totalmente pura.
- Está regulado por la norma europea DIN 70070 y por ello es clasificado como no peligroso por ser un líquido incoloro e inodoro.
- Es la norma ISO 22241 la encargada de establecer los parámetros que lo identifican. Además de indicar su composición, su transporte y almacenamiento para conservar sus propiedades.
- No se le aplican impuestos por consumo ni depende de otra regulación (no es un combustible).
- Es un aditivo que no se añade al motor, sino que se aplica en el recorrido del escape.
- Su punto de congelación es de –11 °C, por lo que no debe dejarse expuesto al frío.
- Su pH es alcalino, de 9,5 aproximadamente.
- Tiene un tiempo de vida útil de unos 18 meses en envases precintados y a temperatura inferior a 25 °C.
- No es explosivo ni inflamable, aunque sí corrosivo (evitar contacto con la carrocería) debido a su pH alcalino.
- No está catalogado como sustancia peligrosa para el medio ambiente ni para las personas, ya que cumple con la normativa señalada.
AdBlue® como alternativa a la disminución de gases contaminantes
El efecto invernadero, debido a las emanaciones de gases, está causando una alarmante contaminación en el medio ambiente. La industria automotriz busca aportar en la disminución de estos efectos. En el caso de los vehículos nuevos a diésel que no generen emanaciones contaminantes, ha surgido este aditivo. Aunque se están dejando de utilizar muchos vehículos que utilizan carburantes, existen alternativas como el AdBlue®.
El AdBlue® es económico porque no requiere de repostajes periódicos o frecuentes. La capacidad de los tanques para este aditivo es de unos 20 litros. Esto significa que aproximadamente cada 20.000 km hay que repostar el AdBlue® y no esperar a que se agote. Es muy sencillo hacerlo, pero es necesario utilizar guantes, dada su corrosividad. En suma, el AdBlue® es una excelente opción para tu motor, para la salud y para el medio ambiente y lo encuentras en Baymar.
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